Nuestros orígenes
La historia de nuestras fincas, La Torrecilla y Las Perrazas, se remonta a principios del siglo XX, cuando don Santiago Palomo, maestro y emprendedor visionario, adquirió estas tierras con el firme propósito de construir un futuro mejor para su extensa familia. Desde entonces, generación tras generación, hemos mantenido un compromiso inquebrantable con la tierra, la tradición y la sostenibilidad.
Ubicadas en el corazón de la comarca de La Serena —una de las zonas esteparias más singulares de Europa—, nuestras fincas han sido testigo de una evolución ejemplar: de la ganadería merina tradicional a nuevas actividades como la cría de cerdo ibérico, el turismo ornitológico y la caza deportiva, siempre en armonía con la naturaleza.
Hoy, La Torrecilla y Las Perrazas representan un modelo de gestión familiar que combina respeto por el legado recibido, innovación constante y una profunda conexión con el entorno. Aquí, conservar es producir, y producir es conservar.


Merinas
La oveja merina de la finca Las Perrazas representa un ecotipo familiar único, forjado a partir de la histórica línea merina Hidalgo. Adaptada generación tras generación a las condiciones de la comarca de La Serena, esta estirpe ha sido custodiada con dedicación y respeto por la familia Palomo, quienes han mantenido viva una tradición ganadera basada en el trabajo y el profundo respeto por sus orígenes. Destacando su oveja merina por su extraordinaria rusticidad y su temperamento dócil, la merina de Las Perrazas demuestra un alto rendimiento productivo incluso en ambientes extremos, consolidándose como un modelo de sostenibilidad y calidad en cuando a la producción de cordero, plenamente integrado con la conservación del medio ambiente donde se produce excelentes corderos merinos.

Porcino Ibérico
El porcino de cebo ibérico de la finca Las Perrazas se cría en libertad bajo un sistema de producción integrado, donde cada fase del crecimiento es acompañada de un cuidado minucioso y respetuoso. Desde su llegada al cebadero de la finca hasta alcanzar la edad óptima para el sacrificio, los animales son tratados con un manejo especializado que prioriza tanto su bienestar animal como el respeto al entorno natural. Gracias a una alimentación de máxima calidad y a rigurosos cuidados sanitarios, este sistema garantiza la obtención de una carne de excelencia, reflejo del compromiso por obtener carnes cridadas en libertad.

CAZA MENOR
La caza menor de la Finca Las Perrazas, en
plena dehesa de La Serena, es fruto de un
entorno cuidado y una tradición cinegética
profundamente arraigada. Conejos, liebres y
perdices habitan en libertad, desarrollándose en
un ecosistema equilibrado donde la
biodiversidad y el respeto por la naturaleza
marcan el ritmo. Estas especies autóctonas destacan por su
vigor, su alimentación natural y su
comportamiento salvaje, que se traduce en una
carne de sabor intenso y textura única. Es el
reflejo de una gestión responsable, paciente y
sabia, transmitida de generación en generación.
Agricultura Ecológica Las Perrazas
Desde hace más de 20 años, la finca Las Perrazas está integrada en el sistema de producción ecológica, consolidando su compromiso firme con un modelo de ganadería y agricultura sostenible. La agricultura ecológica desempeña un papel esencial en esta filosofía, con el cultivo de forrajes y cereales de manera natural, sin el uso de productos químicos ni fertilizantes de síntesis. El principal objetivo es asegurar una fuente de alimento de alta calidad para las ovejas merinas, dentro de un sistema cerrado y autosuficiente.
Este enfoque no solo garantiza una nutrición sana y equilibrada para el ganado, sino que también protege la fertilidad de los suelos, respeta los ciclos naturales de la tierra y fomenta el equilibrio ecológico en el singular paisaje de La Serena en cuanto a aves y otras especies. Además, la trayectoria de dos décadas en producción ecológica nos ha permitido obtener la certificación en producción de cordero merino ecológico, un reconocimiento que avala nuestro compromiso con el bienestar animal, la calidad del producto y la sostenibilidad del medio ambiente.
La Serena es la patria del silencio, del viento que susurra entre los pastos, de la luz que lo inunda todo con una claridad casi sagrada. Allí, el tiempo parece detenerse para contemplar la belleza de su paisaje.” – José Antonio Gabriel y Galán